jueves, 10 de diciembre de 2009

El portfolio como herramienta de evaluación en escenarios mediados por tecnologías

Este artículo pretende describir, en el marco de escenarios mediados por tecnologías, una herramienta de evaluación denominada Portfolio.
En primer término, es importante destacar que en todo proceso de enseñanza/aprendizaje, la evaluación resulta ser una instancia significativa. Entonces, se entiende por evaluación a los fines del presente artículo, al conjunto de procesos sistemáticos de recogido, análisis e interpretación de información válida y fiable que en comparación con una referencia o criterio, permite llegar a una decisión que favorezca la mejora del objeto evaluado.
En ese sentido, se pone de manifiesto que en la formación en línea o bajo la modalidad virtual, aunque parezca lo contrario, se dispone de muchos materiales para llevar a cabo la instancia de evaluación referida, puesto que buena parte de la comunicación se realiza por escrito.
En virtud de lo expresado en el párrafo anterior, se señala que entre los instrumentos de evaluación más significativos, en términos de rendimiento, se pueden citar: a) las pruebas objetivas o exámenes cerrados; b) las autoevaluaciones y c) los exámenes prácticos (tareas experimetales, simulaciones, observación, etc)
Justamente, la herramienta a describir, el portfolio, consiste genéricamente en un examen práctico y específicamente representa un modelo puntual de entender al proceso de enseñanza.
Se caracteriza por su capacidad de estimular la experimentación, la reflexión y la investigación. Constituye una técnica de recopilación, compilación, colección, y repertorio de evidencias y competencias consideradas de interés para ser guardadas por los significados con ellas construidas. Nótese que en el Portfolio es el propio protagonista, es decir el alumno, el que organiza su trayectoria de reflexión en diferentes momentos a lo largo del proceso enseñanza/aprendizaje, en otras palabras, es el alumno quien "inventa" su propio camino.
Por consiguiente, en tanto se define al Portfolio como una recopilación que puede tomar muchos sentidos y formas, es relevante señalar que debe estar cuidadosamente organizado. Esta organización permitirá que su interpretación sea más sencilla, poniendo énfasis en su importancia como hilo conductor del proceso de aprendizaje desarrollado.
Otro aspecto a tener en cuenta es que el Portfolio, como herramienta de evaluación, resulta sumamente compatible con los modelos innovadores de aprendizaje, en los que la evaluación abarca tanto el proceso formativo como el producto, es decir que, la evaluación en el Portfolio no se realiza al final del ciclo educativo sino que se ha seguido un feed-back constante con los alumnos, que incluye demandas cognitivas y progresivas, que motiva al alumnado a reflexionar sobre su propio aprendizaje participando en el proceso de evaluación, que desarrolla destrezas colaborativas entre los alumnos, que promueve la capacidad de resolución de problemas, que estructura las tareas de aprendizaje, que establece lo que es obligatorio y lo que es optativo, que provee a los profesores la información necesaria para ajustar los contenidos del curso a las necesidades de los estudiantes.
En consecuencia, es importante remarcar que para utilizar el Portfolio, como técnica evaluativa y formativa, hay que tener en claro: a) el enfoque evaluativo desde el que se realiza la evaluación; b) el modelo en el que se va a basar y c) los objetos evaluativos determinados para el uso del mismo. Estos tres elementos son determinantes en todo proceso de evaluación. A modo de ejemplo se mencionan como criterios de evaluación del Portfolio: la presentación, la redacción, la inclusión de información actual, diversa y seleccionada con criterio, la selección de actividades complementarias y optativa, la implicancia, participación y conmpromiso del alumno.
Finalmente y a modo de conclusión, se destaca que el Portfolio, específicamente en la modalidad on-line aporta la posiblidad de que los marcos de expresión sean diversificados, como así también aporta una instancia de práctica y aplicación de los contenidos; es marcado su interés por reflejar la evaluación de un proceso de aprendizaje y de estimular la experimentación, la reflexión y la investigación.. Como beneficios para los alumnos, se enumeran los siguientes: a) que se sienten comprometidos con los profesores en seleccionar el trabajo que será incluido, b) que se encuentran, los alumnos mismos, incluidos en el proceso de evaluar el trabajo en sus Portfolios y c) que los alumnos pueden comentar acerca de su aprendizaje y sus logros a través de ejercicios sistemáticos de reflexión. Como beneficios para los profesores se distinguen los siguientes: a) la oportunidad de un mayor conocimiento de los alumnos, y b) una mayor adaptación de la enseñanza a las necesidades concretas e inquietudes de los mismos.
Bibliografía:
-Rodriguez Conde , M (2005): Aplicación de las TICs a la evaluación de alumnos universitarios
-Agra, M, j, GEwerc, H; Monteral (2002): El portfolio como herramienta de análisis en experiencias de formación on line y presenciales.
-Raquel Barrangán Sanchez, R(2004): El portfolio, metodología de evaluación y aprendizaje de cara al nuevo espacio de educación superior. Una experiencia práctica de la Universidad de Sevilla

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